Fito Páez no necesita demostraciones, pero aún así las da. Rodeado de los escritorios del Tiny Desk, en ese espacio donde todo se toca en una sola toma, volvió a recordar por qué su nombre lleva décadas escribiendo la historia de la música latinoamericana. Aquí no hay margen para errores: cada acorde, cada palabra, cada respiración queda expuesta, cruda, desnuda. Y Páez, lejos de temer, disfruta ese vértigo como quien se lanza al vacío sabiendo que la música siempre lo sostendrá.
El Tiny Desk Concert, nacido en la NPR de Washington D.C., fue durante mucho tiempo un escaparate del mainstream anglo. Con el tiempo se transformó en ritual de iniciación: un formato íntimo que catapultó a carreras emergentes. Pero Páez no necesita de ese empujón. Su presencia aquí no es un trampolín, es una confirmación: la vigencia de un artista que no se apaga ni en los auditorios más pequeños ni en los estadios más desbordados.
Una biblioteca tomada por asalto
La atmósfera se sintió como si un grupo de amigos hubiera irrumpido en una biblioteca para cantar a coro. Cercano, despojado, sin ornamentos. Páez abre con A rodar mi vida, que inesperadamente desemboca en una estrofa de El amor después del amor. Un guiño íntimo, un cruce de tiempos que electrizó a todos.
Después llega Mariposa Tecknicolor. Antes de empezar, advierte: “una versión insólita de un tema muy popular”. Y sí: los aplausos lo confirmaron. Una mariposa acústica, reinventada, pero igual de reconocible.
Enseguida sorprende con Sale el sol, que presenta como un “estreno mundial”. Un gesto de generosidad y de confianza, porque ofrecer un tema inédito en este formato es casi desafiar la tradición de tocar lo ya consagrado.
Luego, el momento teatral: Circo Beat arranca con Fito hablando a través de un megáfono, como promotor de un circo de pueblo. El tema se funde con una versión hip hop funk de Tercer mundo, impecable, donde Páez incluso se da el lujo de alterar la letra con guiños a “Paquito y Ca7riel y Lou Reed”. Un cruce insólito de épocas y referencias que solo él podría bordar. El regreso final a Circo Beat remata un bloque brillante.
El cierre que dará la vuelta al mundo
De repente, el final. Páez abre las manos y sentencia: “Y esto fue todo”. Nada más. Nada menos. Un cierre espontáneo que, como él mismo dijo, “va a dar la vuelta al mundo”.
El Tiny Desk le sienta a Fito como un traje a medida: intimidad, riesgo y verdad. No lo necesitaba, pero ahora queda registrado para siempre que incluso en el espacio más mínimo, Páez sigue siendo gigantesco.
Setlist – Tiny Desk Concert de Fito Páez, NPR, Washington D.C.
- A rodar mi vida (con estrofa de El amor después del amor)
- Mariposa Tecknicolor
- Sale el sol (estreno mundial)
- Medley: Circo Beat – Tercer mundo – Circo Beat
Foto Portada , Recorte de Pantalla YouTube Tiny Desk – NPR MUSIC
(*) Esta nota ha sido actualizada
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