
Lali entiende de multitudes, de lealtades y de cómo incendiar un escenario. Razzmatazz en Barcelona dejó de ser una sala para convertirse en una caldera a punto de estallar, con el público coreando “Olé olé olé, Lali, Lali” desde mucho antes del inicio. Y ella, consciente de que la ciudad reclamaba ese estallido de energía, salió a entregar un show rockero al límite, con sonido impecable y un público que lo dejó todo en cada grito y respiro.
Un arranque feroz
Salió a escena de pie en la tarima con sombrero y una pantalla gigante que proyectaba un “LALI” que ocupaba todo. Lokura, Sexy y 2 son 3 llegaron como un puñetazo en cadena. Lali levantó el puño en alto y quedó en el centro, absorta, escuchando cómo la sala entera le devolvía el cántico eterno. Y entonces, con sonrisa incrédula, lanzó:
“Buenas noches Barcelona, no entra un humano más en esta sala. ¿Qué han hecho? Me da miedo, allá atrás cuánta gente en los rincones. Si me tiro, me van a tener que agarrar”.
El público, en trance colectivo, respondió como si se tratara de un ritual, cantando cada estribillo a los gritos y saltando como si la noche no tuviera final.
«A esta altura es evidente: el Razzmatazz le queda pequeño. El show de una artista de primer nivel como Lali desbordó la sala de principio a fin. Ella juega en otra liga: la de quienes ya están hechos para llenar estadios»
Redacción MgzMag
Con N5 apareció la Lali más incendiaria, soltando incluso un riff de Rage Against the Machine que retumbó en todo el Razzmatazz. Después, Obsesión la mostró en su faceta más visceral: falsetes filosos, agudos impecables, la banda en clave funk, y ella desarmando cualquier etiqueta. Porque a esta altura, ¿a quién le importa si es pop o rock?

En Diva se permitió contorsiones hip hop, antes de conmover con Morir de Amor, tema de su nuevo álbum No vayas a atender cuando el demonio llama que estrenó ahí, frente a una Barcelona que la escuchó como se escuchan las confesiones. Mientras dos bailarines se retorcían en un tango frenético, ella, sentada arriba de la tarima, fue testigo y voz.
El escenario es un Ring
Cuando llegó KO, la metáfora fue literal: guantes de box, un cuadrilátero improvisado y la sensación de que la cantante estaba dispuesta a knockear la noche. El público lo entendió, sudando al mismo ritmo que ella, que incluso tuvo que abrirse la camisa en Baum Baum porque el calor era tan extremo como su despliegue. El rock se mezcló con teatralidad, con un ejército de bailarines que hacían del escenario un mundo paralelo.
Hubo ternura también en Incondicional dedicada “a los incondicionales”, con un bonus de capella de Hay un Lugar a una pareja recién casada, bromeando: “No se pueden separar más”. Y hubo comunión: en Ego pidió al público: “Canten la bien fuerte para mí”, y el eco fue devastador.
Pero también hubo electricidad: 1 Amor la mostró cubierta con un velo blanco, que al volar reveló un traje de strass con la camiseta argentina. La sala estalló.
La recta final
Desde el techno demoledor de Motivation, donde provocó al público con un incendiario:
“¿son tan hijos de p**a?”
hasta la épica de Soy, con bandera de la diversidad iluminando la pantalla, el concierto se volvió maratón final. El público gritaba “Lali presidenta” mientras un fan de toda la vida subía a bailar con ella.
La ferocidad de Disciplina, con Lali sometiendo a sus bailarines a golpe de un látigo imaginario, el pogo desatado en Fanático y la descarga más salvaje de Pendeja, falda escocesa, giros frenéticos y zapateos al estilo de un ícono del heavy metal, dejaron claro que esta es una Lali que no se guarda nada. Su último trabajo marcó un quiebre rotundo: un antes y un después en su sonido.
Con Payaso y No me importa detonó el cierre, emocionada, inclinándose al público, arrojando besos y golpeándose el pecho al ritmo de la batería. Un gesto de entrega total, un Razzmatazz rendido y exhausto, con la certeza de haber presenciado a Lali en su forma más cruda y poderosa.
Lo de Lali en Barcelona no fue un simple concierto ni un show más: fue una descarga de energía brutal, una exhibición de voz, presencia y magnetismo capaces de arrastrar multitudes y desatar emociones colectivas. El Razzmatazz se desbordó y quedó corto para contener a una artista que ya desborda cualquier escenario.
Redacción MgzMag
Setlist – Lali, Tour 2025 – Barcelona, Sala Razzmatazz
- Lokura
- Sexy
- 2 son 3
- Tu novia II
- N5
- Obsesión
- Diva
- Morir de Amor
- 33
- ¿Quiénes son?
- KO
- Baum Baum
- Cómprame un brishito
- Boomerang
- Incondicional + Hay un lugar
- EGO
- 1 Amor
- Mejor que vos
- Sola
- Motivation
- Como tú
- Soy
- Disciplina
- Plástico
- Fanático
- Pendeja
- Payaso
- No me importa
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