
Barcelona se transformó por una noche en un auténtico baile cordobés. Luck Ra no solo llenó Razzmatazz hasta el último rincón, sino que convirtió su show en una celebración popular donde la música, el humor y la emoción se mezclaron sin filtro. El público bailó, coreó, se emocionó y pidió que no se termine nunca. Fue un show que desbordó el escenario y siguió vibrando en la calle.
El arranque: Baile , Ritmo y Barcelona encendida
La sala a reventar, balcones completos, la barra a tope, y un “Sal Luck, sal por favor” coreado con devoción por un público que parecía no caber en sí de felicidad. En los parlantes, la secuencia fue impecable: Corazón Valiente de Gilda, los «he he he he» al ritmo de Violeta de Alcides, y como broche, Soy cordobés de Rodrigo. Pura alegría. El espíritu era ese: cumbia, cuarteto, fiesta. Esa música, sin pretensiones, hizo las veces de banda soporte: prendió la mecha, dejó al público caliente, ardiendo. Bailaban, cantaban, se abrazaban. Ya estaba todo dicho antes de que arrancara.
Pasadas las 21 hs, la entrada fue teatral: la banda marcaba el ritmo y él apareció como quien sabe que lo estaban esperando desde hace rato. Pantalla gigante proyectando la imagen de las 3 copas del mundo ganadas por Argentina que sirvieron para iluminar de celeste y blanco el escenario.
Que me falte todo fue el disparo inicial. La sala enloqueció.
Y él lo dijo clarito:
“Muy buenas noches! Primero de todo muchas gracias y segundo esto recién empieza y quiero saber si tienen pilas o no”.
Te mentiría y Ya no más siguieron sin tregua. Palmas arriba, arengas sin pausa, todo Barcelona convertido en su Córdoba natal. Su forma de conducir no es show, es comunión. “¡Vamos todos juntos, vamos!”, gritaba, y no era pedido: era orden emocional. La conexión ya estaba. En ese momento, Razzmatazz no parecía una sala de conciertos: era un baile colectivo.

Palmas, preguntas y brindis: la curva ascendente
Con Mil Preguntas, llegó el momento clave de conexión:
“Hoy es viernes, después me dicen dónde nos vamos juntos. Así los quería encontrar porque tengo mil preguntas para ustedes y quiero que me las respondan”.
Y mientras el tema subía, él besaba virtualmente al público, hacía corazones con las manos. Los vasos ya iban en torre apilados, las pancartas se agitaban al aire. Ya había química, de esa que no se fabrica.
Y claro, con ese clima, llegó Que Sed
“Che, con el permiso de todos ustedes quiero hacer un brindis por esta noche… ¡Esto se los dedico a todos los borrachos!”, dijo, vaso en alto.
Todo indicaba que era un Fernet (no lo confirmamos, pero preferimos creer). Todo lo que parecía improvisado en realidad era preludio. Cada frase abría paso a un nuevo tema. Hilvanar así no es casualidad.
Descontrol cordobés: emoción, humor y cuarteto en estado puro
Con Quiero Creer, ya todo era delirio.
“Disculpá vos que estás con el celular… ¿Son 9 y media? Me acordé que justo a las 4:30 tengo que hacer un llamado…”
La broma, la hora, la arenga. Todo servía para calentar el clima.
“¿Y cómo la está pasando Razzmatazz? ¿La están pasando bien?”, preguntó, aunque ya sabía la respuesta.
Doctor fue fuego:
“Me jugué un partido de fútbol. Me fracturé esta pata. Yo necesite muchos doctores en mi vida, pero nunca un doctor para el corazón”. Y de nuevo la arenga, el grito.
El cordobés estaba on fire. El público, también.
Y llegó Teresa.
“Esto está muy bueno. Esto está demasiado manija. Necesito que toques algo que me emocione, primo”.
Se vino uno de los momentos más divertidos: manoseó el teclado, pidió temas, rechazó el primero, casi le roba el instrumento al tecladista cuando sonó Amo de Axel. El humor fue el puente para largar a todo motor:
“No sé si estuvieron alguna vez con un cordobés pero…” y arrancó con todo. Showman en estado puro.
Medley Rodrigo y la épica popular
Pequeño break y… acordeón en mano. Se vino el bloque que llamaremos un descomunal Homenaje a Rodrigo: Fuego y Pasión que cuando estaban por cerrarlo lo miro al tecladista, le dio la señal y le dijo: «¿Vamos con una mas ? Dale!» y por si fuera poco conectaron: Fue lo mejor del amor y remataron con Por lo que yo te quiero. Mitad argentinos, mitad locales: todos se sabían las letras.
“No quiero que se termine más, culiao”, tiró al final. Estaba emocionado. Y el público también.
En ese tramo, Razzmatazz ya era una bailanta total: alegría, sudor, abrazo, baile, fervor…todo junto en ebullición.

La parte íntima (pero igual de explosiva) y la fiesta continúa
Un Siglo sin ti bajó una marcha pero no la entrega
“El siguiente tema lo hice con un familiar muy cercano. Él es mi papá: Cheyene”, anunció.
Con Bebe Dame, volvió la declaración:
“Desde la primera vez que nos vimos estuve pensando en ustedes”.
Y para cerrar el tema, el clásico:
“¡Muchísimas gracias, Barcelona!”
En otra vida tuvo su broma interna:
“Me están contando por cucaracha… ¿cuántas veces lo hicimos? ¿En esta vida y en otra?”, como si estuviera en la tele. Ironía, guiño, show.
Con Princesa, la emoción fue familiar: leyó un cartel de un niño que decía que era su primer concierto y lo saludó con ternura. Mencionó a Paulo Londra y Valentino Merlo. Había banderas, niños en andas, padres bailando. Una fiesta para todos.
El mismo Aire mantuvo la energía:
“Falta para que termine esto, ¿no? ¿Seguimos Razzmatazz????”
El grito de respuesta fue ensordecedor. Un atronador SI que se extendió unos segundos.
“Si sabía que estaba así, hacía más cinta”, dijo, muerto de risa y transpiración. Y seguía.

El pico del delirio: baile, Biza y entrega total
Con Suavemente el cover de Elvis Crespo, el delirio.
Y disparó una invitación a todos: “Razzmatazz, al que tengas al lado, ahora sácalo a bailar”.
Y así fue: desconocidos bailando merengue abrazados, como si se conocieran de toda la vida. Eso ya no era un concierto. Era una pista de baile feliz.
Fue culpa tuya lo dedicó a Thiago y a Barcelona. Y entonces se vino el bloque final:
BZRP Music Sessions #61
“Hace uno o dos días hablé con una persona que ustedes conocen… esa persona es Gonzalo. ¡Prendan los celulares y le mandamos un saludo a Biza!” Y la sala se iluminó.
Hola Perdida arrancó con todo,
“Bueno, antes de empezar, voy a tomar un poco de mi refresco que para nada tiene fernet…”. Nadie le creyó. Todos le aplaudieron.
Ya no vuelvas: a capella, solo él y su maravillosa voz. Silencio y respeto absoluto para después arrancar con la versión instrumental.
Y por último: La Morocha para hacer estallar por el cielo a Razzmatazz.
“¡Muchísimas gracias, Barcelona!”, repitió. Pero no se quería ir.
El público lo arengaba con el clásico Una más y no jodemos más y él respondía, feliz, cansado, desbordado. Por ultimo una selfie con musica incluida para retratar a todo el publico que fue a disfrutar de su magnifico show.
El bonus track: cuando no se quiere apagar la fiesta
Las luces ya estaban encendidas, pero el público seguía cantando Muchachos el himno post victoria Argentina en Qatar 2022. Y de repente, volvió a salir. Cantó con ellos, con un seguridad intentando frenarlo. Fue épico. Fue inesperado. Fue el cordobés siendo el cordobés: puro espíritu, pura alegría.
Los más fans y los mas pequeños pedían a gritos a la seguridad que le entregaran los carteles que habían preparado. Y sí: técnicos del sonido los juntaron con cuidado, los dejaron sobre los racks para después entregárselos. Hubo respeto por cada detalle.
A la salida, la calle seguía encendida. Algunos seguían cantando. Otros se abrazaban. Y todos sabían que habían estado en algo que no se repite fácil.
Le preguntamos a uno de los asistentes, todavía con la voz tomada y una sonrisa que no se le borraba, qué le había parecido el concierto.
—Fue increíble. Me encantó. Fue una fiesta total… no paré de cantar, gritar y bailar.
Reseña Final

Sonido
Claro, contundente y envolvente. Todo sonó como tenía que sonar: fuerte, pero sin saturar; festivo, pero cuidado. La banda fue una máquina bien aceitada y Luck Ra se escuchó nítido incluso cuando el público lo tapaba con gritos. Nada de barro, nada de exceso: solo alegría amplificada. En algunos momentos parecía que los parlantes no daban abasto para tanta euforia.
Banda en escena
Lo de “banda de acompañamiento” no aplica acá. Estaban todos metidos en el show como si fuera propio. Música, gestos, ritmo, humor: cada integrante tenía su momento. La conexión con Luck Ra era total, y eso se notaba hasta en los silencios. Nadie quedaba estático. Cada canción era una escena, una historia, un brindis compartido.
Sala y ambiente
Razzmatazz parecía una fiesta popular con luces coloridas y spots lumínicos. Banderas, carteles, vasos en alto, niños en andas, adultos bailando pegados. El “Olé olé olé, Luck Ra” retumbaba como si estuviéramos en un estadio. No se necesitó escenografía: la estética era el baile, la gente y esa euforia colectiva que no se puede fingir.
Lista de temas
Un recorrido por su repertorio más coreado, más bailable y más emocional. Desde Que me falte todo hasta La Morocha, pasando por el homenaje a Rodrigo, el cover de Suavemente, y la sesión con Bizarrap. Todo tenía sentido, todo fluía. Cada tema estaba puesto donde debía, sin tiempos muertos. Hubo hits, sorpresas, risas y emoción. Todo encajaba como si lo hubiera escrito el cuerpo.
Conexión con el público
Total, inmediata y desarmante. Luck Ra no habla desde el escenario: conversa. Mira a los ojos, responde carteles, improvisa, se ríe, agradece. Saluda a niños, nombra a Paulo Londra, se toma un “refresco que para nada tiene fernet” y hace chistes como si estuviera entre amigos. Y lo más importante: nunca se despega del baile. La gente no solo canta, se siente parte.
Artista Invitado
No hubo artista invitado, y no hizo falta. La previa fue tan buena que cumplió ese rol con creces: Corazón Valiente, Violeta y Soy cordobés calentaron la pista como si se tratara de un warm-up perfectamente diseñado. La energía ya estaba en ebullición antes de que sonara la primera nota en vivo. Y durante el show, el verdadero featuring fue con el público, que coreó, bailó y completó cada estribillo como si fuera parte de la banda.
Energía general
Arriba desde el minuto cero, y sin baches. Cada pausa era un acting, cada comentario un paso más en la escalada emocional. Y cuando parecía que se iba, volvió a cantar Muchachos entre la gente, mientras un seguridad intentaba frenar el bonus track más caótico y genuino de la noche. No fue un show: fue una fiesta colectiva. Y como toda buena fiesta, dejó a todos con ganas de otra vuelta más.
Setlist – Luck Ra en Barcelona (09/Mayo/2025)
Que me falte todo
Te mentiría
Ya no más
Mil preguntas
Que sed
Quiero creer
Doctor
Teresa
Medley Rodrigo (Fuego y pasión / Fue lo mejor del amor / Por lo que yo te quiero)
Un siglo sin ti
Bebe dame
En otra vida
Princesa
El mismo aire
Suavemente (cover de Elvis Crespo)
Fue culpa tuya
BZRP Music Sessions #61
Hola perdida
Ya no vuelvas
La morocha
PH Mariana Gomez Torres IG @mgzmagculturavisual , IG @MgzLab
Nota editorial
Los diálogos transcritos reflejan con fidelidad la voluntad y el mensaje del artista, aunque pueden no ser textuales en su totalidad. En MgzMag nos especializamos en crónicas inmersivas, donde recolectamos la mayor cantidad posible de emociones sensoriales, atmósferas y momentos clave para ofrecer una experiencia cercana a estar ahí.
Para Escuchar

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