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Post Malone colecciona cosas malditas, ha tenido encuentros paranormales y, si no estuviera llenando estadios, probablemente estaría encerrado en un sótano lleno de guitarras y artefactos de terror. Pero su mayor rareza no es esa. Su mayor rareza es haber convertido la inseguridad en un imperio.
De adolescente, no encajaba en ningún lado: no era el chico popular, ni el atleta estrella, ni el alma de las fiestas. «Me veían como un bicho raro», confesó en una entrevista.
Lo que hizo fue lo que muchos marginados hacen: se encerró en su cuarto. Guitarra en mano, escribió canciones que nadie escuchaba, perfeccionó un estilo que no tenía espacio en ningún género específico y se preparó, sin saberlo, para sacudir la industria musical.
«Cuando lancé mi primer disco, me sentía como un impostor. Pensaba: ‘Si en la prepa nadie me tomaba en serio, ¿quién va a escuchar esto?’».
La respuesta llegó rápido: millones de personas. Canciones en los primeros puestos, colaboraciones con leyendas, estadios llenos, y lo más irónico de todo: hoy, el chico que nunca fue invitado a las fiestas, es la banda sonora de todas ellas.
Pero Posty no se quedó ahí. Cuando la industria quiso etiquetarlo, la ignoró. Rock, trap, country, grunge, R&B… su música es un caos de influencias y esa es su mejor arma. «Mi música no tiene género», dijo en GQ. Y no necesita uno.
La escena lo recibió con la típica desconfianza de la vieja guardia. Un chico blanco con tatuajes en la cara haciendo hip-hop y jugando con el country y el rock no era algo fácil de digerir para todos. Pero mientras algunos lo criticaban, otros lo entendieron: había autenticidad en su mezcla, un sonido sucio, melancólico y adictivo que hablaba de excesos, soledad y desamor con la misma honestidad de un bluesman clásico.
Y si su música es un cóctel de referencias impredecibles, su vida también lo es. Post Malone colecciona armas, armaduras medievales y objetos de terror. En 2018, tras tocar una Dybbuk Box (un supuesto artefacto maldito), sufrió una racha de mala suerte que incluyó accidentes de auto y un intento de asalto. ¿Casualidad? Él no está tan seguro.
Post Malone x MGZMAG
Desde MGZMAG no podíamos ignorar este lado oculto de Post. En más de una ocasión, ha hablado sobre su fascinación por lo paranormal y su colección de objetos extraños. ¿Alguna vez se ha preguntado si estas cosas pueden afectarlo?
«Nah, hombre, solo me gusta todo ese rollo oscuro. No es que esté esperando que un fantasma me tire la cerveza, pero me intriga. Hay algo en la energía de esos objetos que me parece jodidamente fascinante», ha comentado entre risas en alguna ocasión.
También se ha referido a su inmersión en el country y Nashville, y la pregunta inevitable surge: ¿esto significa que ha dejado atrás al Post Malone que todos conocemos?
«Nah, Nashville es increíble, pero no significa que ahora vaya a hacer solo country. Me gusta mezclar. No puedo hacer lo mismo dos veces, sería aburrido. Si la música no se siente real, prefiero no hacerla», aseguró en una reciente conversación.
Pero hay algo más en su historia. Algo que va más allá de géneros, premios y tatuajes en la cara. Post Malone sabe lo que es sentirse solo. De adolescente, era el que nadie invitaba, el que no encajaba, el que se quedaba en su cuarto mientras otros vivían su adolescencia perfecta. Y aunque el éxito llegó, esas cicatrices emocionales siguen ahí. Por eso, en cada concierto, se acerca al público, los mira, les habla, les dice que los quiere. Porque sabe que ahí, entre la multitud, hay alguien que se siente como él se sintió alguna vez.
«Los fans me dan amor, y yo se los devuelvo. A veces, alguien ahí afuera se siente solo. Y si mis canciones pueden hacerle compañía, eso significa todo para mí.» Y si alguien pensaba que su esencia se perdería entre los focos y los millones, la paternidad lo aterrizó en seco. «Ser padre cambia tu vida de la mejor manera posible», compartió en una entrevista con CBS Sunday Morning.
Su hija, y su madre —figura clave en su vida—, lo han ayudado a encontrar equilibrio en medio de la vorágine. El antes ‘bicho raro’ ahora tiene a alguien que lo ve como el mejor del mundo. Y eso lo cambia todo. Pero si hay algo que Post Malone ha aprendido, es que las etiquetas son para los débiles. Cada disco suyo es una nueva versión de él mismo, y en un mundo donde todo se vuelve fórmula, sigue siendo un glitch en el sistema.
ACTITUD PUNK: HAZ LO QUE QUIERAS, QUE LOS DEMÁS SE JODAN Al final del día, esto no va de encajar. No va de seguir reglas, ni de pedir permiso, ni de hacer lo que esperan de ti. Post Malone no lo hizo. Y ahí está, en la cima. El que no encajaba, ahora rompe moldes a su antojo. ¿Qué mejor venganza que convertir tu rareza en éxito?
Foto Portada , IG oficial Post Malone https://www.instagram.com/postmalone/
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