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Ben Marcus ofreció un concierto íntimo en Casa Irla, un restaurante-museo que se convirtió en el escenario perfecto para el lanzamiento en formato acústico de su nuevo disco, Lo Esencial. Con un ambiente cálido y familiar, acompañado de una propuesta gastronómica de fusión, la experiencia se sintió como una velada cuidadosamente diseñada para sumergir a los asistentes en la esencia más pura de su música.
Desde el primer instante, Marcus dejó claro que esto no era un simple recital, sino una experiencia sensorial y emocional hecha a medida. Con la guitarra en mano, se introdujo entre el público, rompiendo cualquier barrera entre artista y espectador, generando una conexión que se mantendría durante toda la noche. Y es que ese es su sello: un artista que no solo canta, sino que conversa, reflexiona y dispara verdades, provocando que cada persona en la sala sienta que la música está escrita para ellos.
El concierto comenzó con la energía en su punto más alto gracias a «No voy a volver», un verdadero himno para quienes han decidido cerrar capítulos en su vida. Con su riff rockero y punzante, extraído del álbum Reflexión, marcó el tono de la noche desde el primer acorde.
A medida que el show avanzaba, las canciones del nuevo disco fueron tomando protagonismo. «El trato», una balada de amor cargada de complicidad, envolvió a la sala con sus versos sobre «roces intencionados y besos apasionados». Poco después, llegó «Cuenta conmigo», un tema que dejó a todos sumidos en una profunda reflexión con una frase demoledora: “¿Quién necesita palabras que puedan herir? ¿Quién necesita silencios que puedan mentir?”. Pero si hubo un tema que definió el espíritu del concierto, ese fue «Lo esencial», donde los arreglos de Rafael en guitarra y las potentes líneas de bajo de Tony dieron profundidad y fuerza a la interpretación.
Un párrafo aparte mencionar que el disco Lo Esencial contó con la producción musical de Candy Caramelo, aportando su sello distintivo en la sonoridad del álbum y potenciando al máximo el talento de artista . Además, las baterías fueron grabadas por Niño Bruno, cuya precisión rítmica añadió una base sólida a cada tema, elevando la intensidad emocional del proyecto.
Uno de los momentos más especiales de la noche fue la interpretación a Capella de «Loco», de Andrés Calamaro, una muestra más de la capacidad de Ben Marcus para crear magia con lo mínimo incluyendo ofrendas a su público que no eran parte del setlist inicial.
Lista de temas
- No voy a volver
- El mentiroso
- No entiendo
- Adición
- Soldadito de plomo
- Laberinto
- Intacta inmadurez
- El alambre
- Lo esencial
- El trato
- Voy a arriesgar
- Cuenta conmigo
- Loco – A Capella , Andrés Calamaro (No incluida en el SetList)
- Marcus – Autobiográfico
- Bail Masqué
- VIDA
- Confort
El público, se entregó por completo a la experiencia. Lo acompañaban con gestos, suspiraban, cerraban los ojos, reflexionaban, absorbían cada palabra. Porque Ben Marcus no solo entretiene, sacude emociones, remueve pensamientos y fortalece convicciones.
En resumen, uno no sale de un concierto de Ben Marcus de la misma manera en que entró. Sale con certezas, con frases clavadas en el pecho, con la sensación de haber compartido algo más que un show: un viaje emocional y humano que trasciende el tiempo y el espacio.
Mariana XoXo
Reseña del show
Sonido
Cada acorde flotó en el aire con calidez, resaltando la esencia acústica de Lo Esencial. La ejecución en vivo fue precisa y envolvente.
Sala
La Sala-Restaurante brindó el marco perfecto para la intimidad del formato acústico, con una atmósfera cálida que fusionó la música con la experiencia gastronómica. 1 de Febrero de 2025 – San Feliu de Guixols, Girona.
Lista de temas
Un setlist equilibrado entre lo nuevo y lo esencial. Canciones como «No voy a volver», «Cuenta conmigo» y «Lo esencial» resonaron con especial fuerza, mientras que la versión a capella de «Loco» fue uno de los momentos más emotivos de la noche.
Conexión con el público
Ben Marcus no solo canta, conversa y construye un espacio de cercanía y reflexión. Su forma de moverse entre el público y compartir pensamientos hizo que cada asistente sintiera la música en carne propia.
Energía general
Cada momento fue una montaña rusa emocional. Desde la euforia de los himnos hasta el silencio reflexivo de las baladas, el concierto tuvo un ritmo perfecto sin un solo instante de desconexión.
Fotografías: Mariana Gómez T IG @MgzMagCulturaVisual y IG @mgzlab
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