Liza Bracey comparte las extrañas y maravillosas anécdotas que hay detrás de su trabajo en la nueva serie
Si pensamos en el movimiento punk, la impresión inmediata que nos llega es tanto sonora como estética. No hay duda de que la maravillosa,,,voz de John Lydon gritando «God Save the Queen» de Sex Pistols y afirmando que no hay futuro en los sueños de Inglaterra (postura que la convirtió en la canción más censurada hasta aquel momento de la historia de la música británica) ha quedado grabada a fuego en la conciencia colectiva, pero la imagen de una cresta engominada hacia el cielo o una camiseta rota y remendada con imperdibles de Vivienne Westwood sigue causando hoy día la misma fascinación que a finales de los 70.
Aunque la serie PISTOL narra el ascenso meteórico (y la rápida caída) de los Sex Pistols, Boyle y Pierce, ( los productores) comprendieron al instante que la moda era tan esencial para contar la historia como el sonido rompedor del grupo.
A continuación, Liza Bracey nos desgrana las dificultades y los improbables vericuetos que la llevaron a recorrer, desde rebuscar en eBay una gabardina llevó en su día Chrissie Hynde hasta un detalle de estilismo con un paquete de caramelos Tic Tac.
¿Cuánto de lo que aparece en la serie esvintagereal y cuánto han tenido que recrear?
Por suerte, tengo una compradora de vintage increíble que se llama Julia y es una maga de encontrar cosas. Recuerdo que encontré una foto de Chrissie Hynde, muy joven, con una gabardina brillante de rayas y me enamoré de ella. Le dije a Julia: «¿Crees que podríamos encontrar algo parecido?», porque ya sabía que no íbamos a poder hacerlo nosotros. No esperaba nada calcado pero sí en esa línea. Total que, unos días más tarde, volvió, me enseñó una foto y me dijo: «¿Es este el abrigo que querías?». Y era exactamente el mismo. Lo encontró online, no sé dónde, creo que a través de un vendedor de eBay de Estados Unidos. Casi me siento en la obligación de pillarla con algo que no sea capaz de encontrar, porque siempre lo consigue, no sé cómo lo hace.
La ropa de Vivienne es muy compleja desde el punto de vista técnico. ¿Te costó recrearla?
Hacía muchas camisas que las que pintaba por encima y luego escribía cosas en ellas con lejía. Joe nos contó cómo las hacía, y vino un hombre fantástico que le ayudaba a hacerlas entonces y nos ayudó a reproducirlas. Pero lo más difícil fue que hoy en día ya no se vende ese tipo de lejía [ríe]. Así que tuvimos que probar muchas cosas diferentes. Finalmente, lo único que le quitaba el color a la ropa como debía era este limpiador de moho que hay, porque la lejía no es tan fuerte hoy en día como lo era entonces. Nos pasaron muchas cosas así.
CREDIT: Getty
Sin embargo, el complicado proyecto de reproducción se cerro con la ayuda del asistente de Westwood durante 30 años, Murray Blewitt, y el hijo del diseñador con McLaren, Joe Corré, quien trajo algunas piezas originales de SEX , la famosa boutique londinense de los años 70 de su madre. “Creo que dijo: ‘Puedes usarlos si quieres’, pero sé cómo es filmar”, dice. «¡Yo no quería esa responsabilidad!»
CREDIT: Getty
¿Hubo alguna otra anécdota particularmente interesante a la hora de reproducir los looks?
Sobre todo cosas técnicas aburridas. Mi ayudante Phil buscó todos los detallitos, sobre todo las cadenas y las cosas que llevaba John [Lydon] prendidas en la ropa. Dio con estos mosquetones tan raros de Estados Unidos que se compraban y con las cadenas que se ponían de pulseras, todas estas cositas. Nada de esto estaba pensado para llevarlo puesto y todo era de los años 70, así que intentar encontrar estas movidas ahora fue de las cosas más difíciles. Un día Phil me dijo: «¿Qué es esa cosa que lleva en el hombro?». Nos pasábamos viendo imágenes un día sí y otro también y no siempre con la mejor resolución, pero esta foto esa concreto me volvió loca durante días. Al final nos dimos cuenta de que era la tapa de plástico blanco de una cajita de caramelos Tic Tac y que la llevaba pegada a la chaqueta. Así que Phil salió y compró un paquete de Tic Tac, y look solucionado
John Lydon and Steve Jones perform live with the Sex Pistols. CREDIT: Getty
¿Qué enseñanza te llevas del espíritu creativo de entonces que sigue siendo relevante hoy?
La primera lección, supongo, es que no es fácil copiar esa ropa. Mi mayor crítica al volver a verlo en pantalla fue que parecía todo demasiado limpio y que, en la vida real, esa ropa debería estar asquerosamente sucia. Pero la cámara lo limpia todo. Aunque la verdad es que vi [la serie] con Paul Cook [el batería de Sex Pistols], y él me decía: “Bueno, por supuesto que la ropa parece nueva, ¡porque lo era! Estaba recién comprada de la tienda”. Así que me sentí un poco más tranquila después de eso. Pero, sobre todo, creo que lo que más valoro del estilo punk es esas ganas de imaginar un poco más allá. Mirar cosas que no son ropa y pensar que a lo mejor pueden ser ropa. No veo claro lo de adoptarlo yo misma en un futuro próximo, pero me encanta esa actitud como de urraca: recolectar cositas y ponértelas, adornar tu cuerpo con ellas. Si no te gusta algo, no hay que quedarse sentado lamentándote: “Buah, esto es una mierda”. Sal ahí y cámbialo.
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